El NAD+ es una coenzima esencial que se encuentra en todas las células del organismo. Convierte los nutrientes en energía e impulsa procesos metabólicos cruciales regulando la función celular. Al cambiar los electrones de una molécula a otra, el NAD+ nos ayuda a generar energía dentro de nuestras células y a regular el ritmo circadiano que gestiona nuestro ciclo de sueño/vigilia.

Nuestras infusiones utilizan únicamente NAD+, la forma oxidada y más potente de NAD. El NAD+ convierte la glucosa en energía celular, lo que es crucial para apoyar un proceso de envejecimiento saludable, impulsar la función metabólica, apoyar la reparación del ADN, reducir la inflamación y disminuir nuestra susceptibilidad a enfermedades y dolencias crónicas. Si sus niveles de NAD+ están en orden, sus células estarán protegidas contra el deterioro de la función mitocondrial y el estrés oxidativo.

Las células obtienen energía durante la respiración celular oxidando moléculas alimenticias como la glucosa. La energía derivada de estas acciones se utiliza para formar ATP; una molécula de almacenamiento de energía. El NAD+ es la forma oxidada, es decir, un estado en el que pierde un electrón. El NADH es una forma reducida de la molécula, lo que significa que gana el electrón perdido por el NAD+. Las dos formas de NAD constituyen un par redox. Las reacciones redox que implican transferencias de electrones desempeñan un papel fundamental en la creación de energía.

El NAD+ se encuentra en casi todas las células vivas del cuerpo, incluidos el corazón, el cerebro, los músculos y los pulmones. El NAD+ y las mitocondrias generan la mayor parte de la energía necesaria para las reacciones bioquímicas de la célula. La energía producida por las mitocondrias se almacena en la molécula de trifosfato de adenosina (ATP). Los vínculos directos del NAD+ con las reacciones metabólicas proporcionan al organismo dos beneficios fundamentales. El primero es facilitar la conversión de los nutrientes corporales en energía. El segundo es que adopta el papel de molécula auxiliar para ayudar a proteínas específicas a regular otras funciones celulares cruciales. Estos beneficios son esenciales para el bienestar general del organismo. Cuando se combinan, ayudan a retrasar considerablemente los síntomas del envejecimiento y a prevenir la aparición de diversas enfermedades.